Casi tres semanas en diferentes hoteles de la cadena Karisma para entrenar a sus mayordomos. Sin duda, un grupo que destaca por sus inmenso deseo de aprender, su intenso interés y su atención sobre todos los conceptos presentados, además de por su buen humor y grandes ganas de interactuar entre ellos y con el instructor.
Y mientras el que escribe las presentes líneas desarrollaba el curso de capacitación por la mañana y parte de la tarde, el resto del día lo dedicaba al disfrute de la zona, caracterizado por playas de arenas blancas, transparentes aguas azul turquesa, una flora plagada de “cocotales” de bellos verdes, y una fauna entre la que destacan los cangrejos de diferentes tipos, tapires, monos, iguanas, aves de peculiar graznido, tortugas, multitud de especies de peces que se pueden visitar esnorqueleando… y hasta cocodrilos (a los que el instructor les dedicó un sencillo saludo desde la segura distancia).
La capacitación se desarrolló cerca del tranquilo Puerto Morelos, una pequeña localidad situada a unos 40 km. al sur de la famosa Cancún, pródiga en manglares y cenotes (estanques de agua manantial en lo que en el pasado eran cuevas rocosas). Muy cerca, pero más al sur, se encuentra la ciudad de Playa del Carmen, más grande y con más variedad turística para el visitante, comúnmente americano y canadiense, que disfruta tanto del gentío como de la arquitectura típica de la zona.
Deja detrás el instructor a un grupo preparado para un futuro más que prometedor y a más de un/a mayordomo que en poco tiempo recibirá el reconocimiento del Sello de Oro en su Certificado.
Grandes cosas aguardan a aquellos que están preparados y trabajan con su mejor actitud de servicio… ¡Buena suerte!